Los rescatistas están trabajando frenéticamente en temperaturas gélidas para recuperar a la mayor cantidad posible de sobrevivientes después de que un terremoto de magnitud 7,1 azotara el Tíbet.
Según los informes, en las primeras horas de la mañana del martes, muchas personas se despertaron cuando el mundo circundante fue sacudido por un enorme terremoto en el Tíbet.
Según The New York Times, al menos 126 personas murieron y 188 resultaron heridas en el terremoto.
El terremoto se produjo poco después de las 9 a.m. hora local en el condado de Dingri, en la meseta tibetana, en el oeste de China. El epicentro del terremoto fue una de las ciudades más históricas del Tíbet.
Según CNN, más de 3.900 viviendas resultaron dañadas.
Se han registrado alrededor de 150 terremotos en zonas como Katmandú, Nepal.
El Servicio Geológico de Estados Unidos midió el terremoto en 7,1, mientras que el Centro de Redes Sismológicas de China lo midió en 6,8, según el New York Times.
Es probable que otro terremoto azote la región, pero es poco probable que sea de magnitud 5, según la BBC.
Tanto el servicio de electricidad como el de agua se vieron interrumpidos en la zona debido al terremoto.

Esfuerzos de rescate en temperaturas gélidas
Según The New York Times, ha comenzado una operación de rescate a gran escala y los rescatistas trabajan principalmente sin equipo pesado.
Los rescatistas trabajan frenéticamente mientras bajan las temperaturas.
«Con temperaturas en la zona por debajo de los 5 grados Fahrenheit (-15 grados Celsius), los rescatistas tienen poco tiempo para localizar a los supervivientes», dice The New York Times.
El terremoto azotó una región en gran medida aislada, lo que dificultó la entrega de recursos a las comunidades afectadas.
El Tíbet es una de las regiones más inaccesibles y subdesarrolladas de China.
