Director del Foro de UChicago para la Libre Investigación y Expresión sobre la Controversia en el Campus y Presidente de la Universidad | Noticias de Chicago

Los colegios y universidades se han convertido en lugares volátiles desde el ataque del 7 de octubre por parte de Hamás en Israel y la guerra de Israel en Gaza.

Esto ha generado preocupaciones sobre la libertad de expresión y la seguridad en los campus universitarios.

El mes pasado, los presidentes de la Universidad de Harvard, la Universidad de Pensilvania y el Instituto de Tecnología de Massachusetts testificaron ante un comité de la Cámara de Representantes de Estados Unidos sobre la lucha contra el antisemitismo en los campus universitarios y recibieron reacciones negativas por sus comentarios.

Tom Ginsberg es profesor de derecho internacional y ciencias políticas y director del cuerpo docente del Foro sobre la libertad de consulta y expresión de la Universidad de Chicago. Dice que la investigación ha expuesto cierta «hipocresía» por parte de las universidades y sus líderes.

«Esas escuelas, el presidente que estaba allí testificando, ‘Oh, sabes, protegemos la libertad de expresión, respetamos la libertad de expresión’, tienen documentos que suprimen la expresión», dijo.

Ginsburg cree que los ejemplos de universidades que cancelan oradores invitados o eventos que son demasiado controvertidos son ejemplos.

La Universidad de Chicago realizó una encuesta realizada por AP-NORC preguntando si los gobiernos deberían poder dictar lo que se enseña en los campus universitarios a pesar de recibir fondos federales. Descubrieron que el 68% de los participantes se oponía.

«Estamos en un punto de esta controversia, después de esas audiencias ante el Congreso, donde de alguna manera lo que está sucediendo ya no tiene nada que ver con el antisemitismo», dijo. «Es el Congreso el que realmente está tratando de invadir y tratar de entrar en la administración universitaria y tratar de sacar algún punto político de ello. Así que tengo miedo de eso este año.

Para evitar esto y encontrar una solución, dijo Ginsburg, las universidades deben volver a sus funciones principales: crear comunidades diversas, brindar espacios para la libre expresión y desafiar las ideas de los demás.

«No se puede interrumpir el discurso», dijo. «Y eso se debe a que, si lo piensas bien, no necesariamente respaldamos al orador, porque estamos protegiendo la autonomía del oyente. Respetamos que la persona que escucha este discurso objetable pueda juzgar por sí misma si es un buen discurso». idea o una mala idea.


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